En un país signado por la corrupción, la violencia, la pobreza, la misoginia,
la homofobia y la estupidez sin límites de quienes nos desgobiernan, reírse es
un imperativo para seguir viviendo. Y por eso quiero apuntar la que, en mi
opinión, es la primera cualidad de este libro, y a la vez uno de sus ejes
transversales: el humor. El autor se ríe y nos hace reír de él mismo, de las
vicisitudes de su alter ego, el «famoso» escritor Eduardo
Ilussio, y del hecho —mejor dicho, la ilusión— de querer ser escritor y vivir
como tal en un país donde la sensibilidad se considera un defecto.
María Eugenia Ramos (Honduras)
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El libro perdido de Eduardo Ilussio Hocquetot, que mereció el premio Centroamericano de Novela
Corta 2016, es una obra metaliteraria e inclasificable, con muestras de un
paradójico sentido de humor.
Jorge Ávalos (El Salvador)
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Con El libro perdido de Eduardo Ilussio
Hocquetot Gustavo Campos, de impecable y concisa prosa, ha puesto por
escrito el discurrir de su conciencia, subterfugio donde perece persona, autor
y personaje, donde lo único que pervive es una confabulación de citas y
alusiones. Hocquetot, un escritor de hambres, una suerte de hungerkünstler,
nunca llega a escapar de la voracidad literaria que lo tiene confinado. ¿Acaso
Campos ha cometido suicidio metaliterario?
León Leiva Gallardo (Honduras)
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Gustavo Campos es un escritor multifacético (narrador,
poeta, ensayista, periodista, crítico literario) que nació en 1984 en la ciudad
de San Pedro Sula. El Premio Cervantes Sergio Ramírez lo incluyó en un par de
antologías como uno de los máximos exponentes de la literatura centroamericana
y del caribe en la actualidad y el escritor y crítico literario Jorge Carrión
(finalista Premio Anagrama de Ensayo) lo incluyó en el 2010 en un listado de 50
autores de América Latina y España que a su juicio consideraba como los más
representativos de la producción literaria joven de la lengua en nuestra época.
Dentro de su selecto grupo desfilan nombres importantes de la literatura
actual: Elvira Navarro, Santiago Roncagliolo, Rodrigo Hasbun, Alejandro Zambra,
Lucía Puenzo, Andrés Neuman, entre otros, y Campos entre ellos. El
libro perdido de Eduardo Ilussio Hocquetot viene a confirmar lo que
antes habían descubierto los dos escritores de talla universal citados
anteriormente. A mí gusto, el mejor escritor joven de Honduras.
Kalton Harold Bruhl (Honduras)
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Encuentro en El
libro perdido de Eduardo Ilussio Hocquetot un mejor manejo del idioma, el
despliegue de un lenguaje más trabajado, con mayor aplomo y seguridad en sí mismo.
Y es esa seguridad la que permite hacer acopio de la vena lúdica, del constante
juego e incluso de las provocaciones al lector. Se parte de la premisa de que
quien carece de esa confianza en sí mismo y de esas certezas personales difícilmente
se arriesga a embarcarse en el tono juguetón y burlón como el que campea en el
presente texto.
Con todo, en ese afán de experimentar e innovar hay,
en mi opinión, en esta osada colección de pastiches extravagancias como ese “Millón
de átomos de grosor”. Las ilustraciones con los planos y ratones me parecen
simpáticas en el empeño (muy buscado) de sorprender al lector y de escapar de
lo trillado. Con todo, pese a (gracias a) al carácter heterodoxo de la “colcha
de retazos”, el libro, lejos de naufragar, navega bien y resulta de lectura
grata...
Hernán
Antonio Bermúdez
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El libro perdido de Eduardo Ilussio Hocquetot es una obra insólita en la literatura hondureña:
es como una miscelánea que salta del cuento al diario, del diario al poema, del
poema al fragmento que resulta imposible clasificar, pero incluso al entrar en
esos territorios de la escritura no lo hace de la manera acostumbrada.
Hocquetot es “una sucesión, un gesto, pero jamás una novela”, se nos advierte
al comienzo del texto. Tampoco es una novela porque Gustavo Campos busca
escribir algo más que una novela. La descripción del mundo caótico que rodea a
Campos da la impresión de ser también caótica y va saltando de género en
género, pero el caos se nos revela como un acto premeditado del autor:
Hocquetot se muerde la cola y el final se convierte en el principio, cuando la
primera página, en la que Campos nos propone su lectura del libro, muestra su
verdadera importancia solo al terminar de leerlo y volver al comienzo. Campos
alcanza con Hocquetot una meta que parece imposible: escribir un libro en
perpetua transformación.
Dennis Arita (Honduras)
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Estamos ante un reto escritural y lingüístico; lo que
implica un reto para el lector. T.S. Eliot llamaba hipocryte
lecteur a aquel que quizás no escudriñaba o no llegaba a lo medular de
lo literario. No le dé el gusto a Eliot y conviértase en un auténtico lector
en El libro perdido de Eduardo Illusio Hocquetot.
Javier Alvarado (Panamá)
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En Gustavo Campos los repuntes lúdicos encuentran sus
realizaciones más logradas en los juegos literarios. Las repetidas menciones de
autores y de obras, las continuas citas, los juegos de palabras, de estilos, de
tramas, etc., en mezcla heteróclita con referencias comparables a la música, la
fotografía, el cine etc., hacen de los textos órbitas de remitencias de
intertextualidad literaria y multimedial. Podría decirse que en las narraciones
de este autor, los contextos locales inmediatos quedan absorbidos dentro de esa
especie de juegos de mundos posibles que habilita la ficción.
Hector Leyva (Honduras)
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Biobibliografías de los
reseñistas.
María Eugenia Ramos
(Tegucigalpa, Honduras, 1959)
Estudió periodismo y literatura en la
Universidad Nacional Autónoma de Honduras, aunque por decisión propia no tiene
un título formal. Ha ejercido los oficios de la edición, la comunicación social
y la educación aplicando metodologías alternativas.
Obra publicada:
La niña que nació para ser poeta:
Clementina Suárez (Editorial
Guaymuras, Tegucigalpa, 2018) y La maestra Choncita (Editorial
Guaymuras, 2017), biografías adaptadas para niñas y niños de la poeta
Clementina Suárez y la heroína nacional Visitación Padilla,
respectivamente; Una cierta nostalgia, cuentos (Editorial
Guaymuras, 2016, cuarta edición); La visión de país en Clementina
Suárez y Alfonso Guillén Zelaya, ensayo, en coautoría con Mario Membreño
Cedillo (PNUD, Tegucigalpa, 2002); Educación, democracia y desarrollo
en Honduras (artículos de Ventura Ramos, comp.); Porque ningún
sol es el último, poesía (Ediciones Paradiso, Tegucigalpa,
1989). Ha participado en numerosos encuentros literarios, entre
ellos, la serie anual de Encuentros de Escritores Chiapas-Centroamérica y
México-Centroamérica (Chiapas, México, 1992-2000), “América Latina, Tierra de
Libros” (Roma, 2010), FIL Guadalajara (2011) y el Primer Encuentro de
Narradores "Centroamérica cuenta" (Granada, 2013).
Su obra ha sido incluida en las antologías
de poesía: Poésie Hondurienne du Siècle XX (Ediciones Patiño,
Ginebra, 1997, edición bilingüe francés-español), Honduras, mujer y
poesía (Guardabarranco, Tegucigalpa, 1998), Puertas abiertas. Antología
de la poesía centroamericana (compilación de Sergio Ramírez, Fondo de Cultura
Económica, México, 2011); y de cuento: Antología de cuentistas
hondureñas (Editorial Guaymuras, Tegucigalpa, 2003), Pequeñas
resistencias 2. Antología del cuento centroamericano (Editorial Páginas de
Espuma, Madrid, 2003), Puertos abiertos. Antología del cuento
centroamericano (compilación de Sergio Ramírez, Fondo de Cultura Económica,
México, 2011) y Centroamérica cuenta (edición bilingüe
francés-español, Editorial L'atinoir, Marsella, 2014).
En 2011 la Feria Internacional del Libro
de Guadalajara, México, la seleccionó como una los “25 secretos literarios
mejor guardados de América Latina”, narradores y narradoras que a juicio de un
comité de escritores, editores, críticos y lectores de la región son muestra de
la mejor calidad literaria del continente.
León Leiva Gallardo
(Amapala, Honduras, 1962)
Poeta, narrador y ensayista.
Estudió Psicología y Letras en la Universidad
de Northeastern Illinois. Autor de las novelas Guadalajara de noche (Tusquets
Editores, 2006), La casa del cementerio (Tusquets Editores,
2008) y de los poemarios Palabras al acecho en la
coedición Desarraigos: Cuatro poetas latinoamericanos en Chicago (Vocesueltas,
2008), Tríptico: tres lustros de poesía (MediaIsla Editores,
2015), Breviario (Ediciones Estampa, 2015), El
pordiosero y el dios (MediaIsla editores).
Participó en “Centroamérica cuenta 2016”,
Nicaragua.
Jorge Ávalos
(San Salvador, El Salvador, 1964)
Poeta, narrador y dramaturgo salvadoreño,
también reconocido por su periodismo de análisis e investigación.
Entre 1980 y 2001 residió en los Estados
Unidos donde estudió antropología y desarrollo económico. Se desempeñó como
artista visual (video arte) entre 1987 y 1993, y en ese campo recibió algunos
de los premios más importantes disponibles en Nueva York y los Estados Unidos,
incluyendo una beca de la Fundación para las Artes de Nueva York, un premio del
Consejo para las Artes de Nueva York, un premio nacional del Fideicomiso para
las Humanidades ("Young scholar award"), y otros premios.
En abril de 2004 Ávalos fue galardonado
con el Premio Centroamericano de Literatura Rogelio Sinán por su colección de
cuentos La ciudad del deseo. En febrero de 2012 recibió otro
galardón centroamericano, el Premio Mario Monteforte Toledo de Cuento, por su
obra El secreto del ángel. Aparece incluido en la antología de
cuento centroamericano Puertos Abiertos, seleccionada por Sergio
Ramírez y publicada por el Fondo de Cultura Económica, México, DF, 2011.
Obras
El cuerpo vulnerado (poesía, San Salvador, 1984), El
coleccionista de almas (poesía, Nueva York, 1996), La ciudad
del deseo (cuento, Panamá, 2004), Ángel de la guarda (teatro,
San Salvador, 2005, La canción de nuestros días (teatro, San
Salvador, tres versiones: 1993-2004-2008, Lo que no se dice (teatro,
San Salvador, 2009), La balada de Jimmy Rosa (teatro, San
Salvador, 2009), El secreto del ángel (cuento, San Salvador,
2012. Premio Centroamericano de Cuento Mario Monteforte Toledo, Guatemala,
2012. Edición privada, San Salvador), Historias de dos ciudades.
Cuentistas de Panamá y El Salvador (selección y edición de Jorge Ávalos y
Enrique Jaramillo Levi, antología, Panamá, Sagitario Ediciones, 2017), El
Salvador en construcción. Autores: Carolina Ávalos, Jorge Ávalos, et al
(ensayo, Istmo Editores, San Salvador, 2017).
Participó en “Centroamérica cuenta 2015”,
Nicaragua.
Dirige la Revista de Letras y Artes La Zebra.
Dennis Arita
(La Lima, Cortés, Honduras, 1969)
Narrador, traductor y diseñador gráfico.
Sus relatos y traducciones han aparecido en varias publicaciones hondureñas.
Incluido en Entre el parnaso y la maison: Muestra de la nueva
narrativa de la costa norte hondureña (HN, 2011) y en Centroamericanos
del ayer y hoy (HN, 2014). Ha publicado dos libros de cuentos: Final
de invierno (2008) y Música del desierto (2011).
A juicio del crítico Hernán Antonio
Bermúdez: “Dennis Arita posee, en suma, una escritura depurada, precisión de
vocabulario, pudor expresivo, continuos hallazgos descriptivos y casi ausencia
total de tanteos o vacilaciones (las excepciones son minúsculas). Final
de invierno es un excelente primer libro y le abre paso, además,
a Música del desierto (2011) que confirma y consolida su
enorme talento narrativo.”
(Santiago de Veraguas, Panamá, 1982).
Es poeta y Licenciado en Lengua y
Literatura Españolas por la Universidad de Panamá. Colabora con publicaciones
de su país y del exterior, como así también forma parte de antologías
latinoamericanas e internacionales. Obtuvo numerosos premios, entre
ellos, el Premio Nacional de Poesía Joven de Panamá Gustavo Batista Cedeño
2000, el Premio de Poesía Pablo Neruda 2004, el Premio de Poesía Stella Sierra
en el 2007, el Premio Centroamericano de Literatura Rogelio Sinán 2011, el
Premio Internacional de Poesía Nicolás Guillén 2012, el Premio Internacional de
Poesía Rubén Darío de Nicaragua 2013, el Premio Medardo Ángel Silva 2014, con un
jurado conformado por Antonio Gamoneda, Rodolfo Hinostroza y Julio Pazos, el
Premio Nacional de Poesía Ricardo Miró 2015 de Panamá. Ha sido Poeta Residente
por la Fundación Cove Park, Escocia, Reino Unido 2009. Y recibió Mención de
Honor del Premio Literario Casa de las Américas de Cuba 2010, siendo finalista
del Festival de la Lira (Ecuador), Primer Accésit del Premio Eros de Poesía
Erótica 2015, convocado por el Centro Canario de Estudios Caribeños por el
poema “Para hacer el amor en Poneloya”, I Finalista del Premio Internacional de
Poesía Gastón Baquero 2015, Salamanca, España, Premio Nacional de Literatura
Ricardo Miró de Panamá en poesía, Mención de Honor Premio Hispanoamericano de
Poesía de San Salvador, El Salvador, 2016, Premio Hispanoamericano de Poesía de
San Salvador, 2017.
Aparece incluido en la antología de poesía
centroamericana Puertas Abiertos, seleccionada por Sergio Ramírez y
publicada por el Fondo de Cultura Económica, México, DF, 2011.
Publicó hasta la fecha Tiempos de
Vida y Muerte (2001), Caminos Errabundos y otras
Ciudades (2002); Poemas para caminar bajo un paraguas (2003), Aquí,
todo tu cuerpo escrito (2005), Por ti no pasa nunca el Tiempo
(y otros poemas al espejo) (2005), No me cubre de edad la
Primavera (2008), Soy mi Desconocido (2008), Carta
Natal al País de los Locos(2011), Ojos Parlantes para estaciones de
ceguera (2011), Balada sin ovejas para un pastor de huesos (2011), Viaje
solar de un tren hacia la noche de Matachín (2013), El mar que
me habita (2013), La vida en mi plato de pobre (2015).
Héctor Leyva
(Honduras, 1963)
Es profesor de la Escuela de Letras de la
Universidad Nacional Autónoma de Honduras, investigador de temas literarios,
históricos y culturales centroamericanos y editor de autores hondureños y de
recopilaciones de tradición oral indígena. Se doctoró en 1996 en la Universidad
Complutense de Madrid con su trabajo Narrativa de los procesos
revolucionarios centroamericanos (1960-1990). Su libro Imaginarios
(sub)terráneos. Estudios literarios y culturales de Honduras (2009) ofrece
una exploración teórica y datos de primera mano sobre una diversidad de temas
hondureños. Es miembro de la red académica internacional que publica Istmo.
Revista de estudios literarios y culturales centroamericanos. Ha sido consultor
de UNESCO y ha formado parte de los equipos de investigación de los Informes
nacionales y regionales de desarrollo humano del PNUD.
Su Blog Scriptorium ofrece buena parte de su obra en
versiones descargables.
Kalton Harold Bruhl
(Honduras, 1976)
Ha publicado numerosas obras, entre las
que destacan sus libros de relatos: El último vagón (España,
2013); Un nombre para el olvido (2014); La dama en el
café y otros misterios (2014); Donde le dije adiós (2014); Sin
vuelta atrás (2015); La intimidad de los Recuerdos (2017).
Es autor de la novela La mente dividida (Premio
Centroamericano de Novela Corta, España, 2014). Sus obras han sido parcialmente
traducidas al alemán y francés en más de 50 antologías publicadas en los
últimos 5 años en distintas editoriales de España, Argentina, México y Estados
Unidos, mencionándose entre ellas Antología del relato negro III, Hiroshima,
Truman, Asesinatos profilácticos, 2099, Kafka y Relatos fotoeróticos, todas con
Ediciones Irreverentes; París, Viena, Lisboa y Tras las huellas de Arsenio
Lupin de M.A.R. Editor. Ganó el Premio Nacional de Literatura “Ramón
Rosa” y es miembro de número de la Academia Hondureña de la Lengua,
Correspondiente de la Real Academia de la Lengua.
También aparece incluido en la antología
de cuento centroamericano Un espejo roto, seleccionada por el
Premio Cervantes Sergio Ramírez.
Participó en “Centroamérica Cuenta 2014”.
Hernán
Antonio Bermúdez
(Honduras, 1949)
Crítico literario y diplomático hondureño.
Nació en el año 1949. Perteneciente a los grupos literarios “Vida Nueva” y “Taunka”.
Fundó las revistas Coloquio (1969-1970) y Señales (1971-1972). Fue miembro del
comité de redacción de la Revista Alcaraván. Aunque sin obra orgánica aún, es
uno de los más inteligentes críticos literarios de Honduras. Ha recopilado sus
reseñas en dos libros: Retahíla
(1980) y Afinidades (2007). Fundador de
varias revistas literarias y de la editorial Guaymuras, también es autor de la
antología Cinco poetas hondureños
(1981). Diplomático de carrera, actualmente es director de la Academia
Diplomática de Honduras.